1.16.2008

El cabello rojizo esparcido en la almohada, los ojos cerrados y una sonrisa bailando en el rostro. Una mano de él prisionera entre las de ella y la otra firmemente agarrada a su cadera, acariciándole suavemente el vientre. La respiración acompasada contra su espalda le indicaba que él estaba más dormido que despierto. No podía evitar seguir sonriendo... ¿Qué mejor que eso?.

Poco a poco fue ganándole el sueño... y por primera vez en semanas no se despertó asaltada por horribles pesadillas, al contrario, un suave beso en su hombro derecho la devolvió a la realidad. Gesto que intensificó las ganas que tenía de sonreír y seguir sonriendo por mucho tiempo más...

2 comentarios:

young_supersonic dijo...

NO SABES CUANTO NECESITO ALGO ASÍ.

LE SEGURIDAD Y EL CALOR DEL CARIÑO A UN LADO.

QUE BUENO QUE TE AGRADÓ EL CUENTO.

PERO NO ENTIENDO POR QUÉ REVISASTE ESA ENTRADA Y NO LA ÚLTIMA...

NOS ESTAMOS LEYENDO.

SALUDOS.

Liberté* dijo...

Es que l magia superpoderosa que tiene el ser amado nos bueno una sonrisa disfrasada de persona.

Muchas , mucha gracias por pasar, dejar palabras :)

Y por leer, la direccion se comunicó conmigo y pidio mandar grande y melosos saludoz por leerle .



Cariños.